La verdad sobre las muertes por anticonceptivos: cifras y riesgos

25.06.2013 06:33

Las sociedades científicas llamaron a la
calma a las mujeres tras la alarma
pública injustificada que provocó la
noticia de la muerte de 23 mujeres en
Canadá vinculadas al consumo de
anticonceptivos que contienen
drospirenona.
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Imagen: Getty
Con el objetivo de tranquilizar a las
mujeres que consumen anticonceptivos y
evitar que saquen conclusiones erróneas,
cuatro sociedades científicas - entre ellas
la Sociedad Chilena de Obstetricia y
Ginecología (Sochog), la Sociedad Chilena
de Endocrinología Ginecológica (Socheg), la
Sociedad Chilena de Obstetricia y
Ginecología Infantil y Adolescente (Sogia) y
la Sociedad Chilena de Medicina
Reproductiva (Socmer) - explicaron el
verdadero alcance científico de la
información que se generó en Canadá y los
riesgos reales asociados al consumo de
anticonceptivos, especialmente aquéllos
que contienen drospirenona.
Riesgos en cifras
Según información proporcionada por la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA),
la Agencia Norteamericana Food and Drug
Administration (FDA) y la Agencia
canadiense Health Canada, el riesgo de
hacer un tromboembolismo venoso al
consumir anticonceptivos compuestos por
drospirenona (también llamados de tercera
o cuarta generación) es entre 3 y 4 por
cada 10.000 mujeres por año. Mientras que
al consumir anticonceptivos compuestos por
levonorgestrel, este número se reduce a 2
por cada 10.000 mujeres por año.
En ambos casos se trata de un riesgo
bastante menor, si se compara con la
posibilidad que tiene una mujer sana de
hacer una tromboembolia venosa durante
el embarazo y puerperio que es de 3 a 5
veces mayor de lo que se observa respecto
del uso de anticonceptivos orales.
Por su parte, el Instituto de Salud Pública
de Chile (ISP) ha recibido desde el año
2003 hasta el 17 de junio de este año, 434
notificaciones reportadas para productos
que contienen drospirenona. De este total
sólo 13 de ellas reportaron reacciones
adversas de trombosis venosa y ninguna
con desenlace fatal.
También es importante destacar que el
riesgo más alto sólo se presenta en los
tres primeros meses de uso de un
anticonceptivo, los cuales desaparecen por
completo al cabo de un año.
A su vez, este mismo fenómeno explica por
qué es peligroso dejar un tratamiento
abruptamente y tomar otro sin previa
consulta médica.
Importancia de la orientación médica
En Chile las normas de regulación de
fertilidad establecen claramente cuáles son
las condiciones de riesgo y de uso de los
anticonceptivos orales, entre ellos la
trombosis venosa. Por tanto los médicos y
matrones (as) están en conocimiento de
casos que tienen mayores riesgos y pueden
orientar a la mujer si tiene alguna duda.
La tromboembolia venosa es un evento que
se asocia mayoritariamente a
inmovilización por yesos, grandes cirugías,
reposo en cama, viajes largos, tabaquismo,
dislipidemias, obesidad, mayor edad y
trastornos de la coagulación, conocidos
como trombofilias.
Al igual que la recomendación que realiza
la Organización Mundial de la Salud (OMS)
y las principales sociedades científicas
internacionales, las cuatro entidades
científicas chilenas que participan de este
comunicado instan a que los profesionales
facultados para recetar anticonceptivos
consideren estos riesgos al consensuar el
uso (indicar, iniciar, mantener, cambiar o
suspender) de un determinado tratamiento
anticonceptivo y que la usuaria sea
instruida sobre el oportuno reconocimiento
de efectos no deseados.
Asimismo, llaman a las usuarias a no
automedicarse. Mientras la mujer toma
anticonceptivos siempre debe asesorarse
con algún ginecólogo o matrón (a), de
manera que estos profesionales puedan
evaluar si existe algún mayor riesgo en la
toma de estos fármacos.
Falencias del estudio de Canadá
Según informaciones difundidas
recientemente desde Canadá, médicos y
farmacéuticos habrían reportado 600
reacciones adversas entre 2007 y febrero
de 2013, incluyendo 23 muertes,
relacionadas con un anticonceptivo oral
combinado, sin mencionar el número de
usuarias de ese fármaco e incentivando la
notificación de uno solo de los fármacos de
la clase, o sea, sin que se pueda comparar
con el resto de los anticonceptivos
hormonales disponibles.
La misma agencia, reconociendo las
limitaciones del informe, recomienda no
cambiar de prescripción sin una razón
justificada, acogiendo la recomendación de
la FDA de los Estados Unidos de diciembre
de 2012 para el mismo producto.
Luego de hacer una exhaustiva revisión de
los informes de muertes en Canadá, las
sociedades científicas que participan de
este comunicado han encontrado usuarias
con morbilidad importante, obesidad
mórbida con peso superior a 125 kg en los
informes en que este dato está disponible
(7 de los 23 casos). El informe carece de
información con respecto a otros
potenciales factores de riesgo.
Estos últimos estudios adolecen de muchas
fuentes de error, especialmente sesgos de
selección.