El cuello uterino puede alertar de un posible parto prematuro

15.04.2013 19:00

LA medición de la longitud del cuello
uterino y la modificación de la
morfología del mismo entre la
semana 20 y 24 del embarazo
"puede alertar si se está ante un
riesgo de prematuridad" en el
futuro neonato, según explica el
presidente de la Sociedad Española
de Ginecología y Obstetricia
(SEGO), el profesor Josep María
Lailla.
A su juicio, éstas pruebas pueden
permitir a los profesionales
adelantarse a este desenlace y
"tomar medidas" para retrasar el
parto unas semanas. De esta forma,
puede evitarse que el feto
prematuro lo sea extremo y
disminuir así sus complicaciones.
Lailla reconoce a Europa Press que
ambas técnicas no han hecho que
el índice de prematuros en España
se haya modificado. Sin embargo,
sostiene que es muy importante
que el parto se de, por ejemplo, en
la semana 33 y no en la 28, algo
que "sí ha variado".
De esta forma, expone que los
prematuros extremos son los
nacidos entre la semana 24 y 28 de
la gestación, mientras que los
alumbrados entre la semana 28 y el
momento indicado para el parto
también reciben el nombre de
prematuros pero pierden la última
etiqueta.
Las consecuencias de que un
neonato nazca antes de tiempo
vienen determinadas "por la causa
que origina la prematuridad" y por
la semana de nacimiento, señala.
En este último aspecto, insiste en
que su grado de inmadurez
"comporta una serie de secuelas y
complicaciones posteriores que van
a marcar lo que después pueda
suceder".
Por su parte, las complicaciones
que pueda sufrir la madre también
son diversas en función del origen
del parto. Así, si éste se produce
porque la madre padece una
patología, como "una cardiopatía,
hipertensión o una diabetes
descompensada", se le debe tratar
para ella "y adoptar alguna
conducta activa como la cesárea",
declara Lailla.
Las complicaciones se producen
en el feto
El máximo representante de la
SEGO, que deja claro que las
complicaciones se producen,
"sobre todo, en el feto, indica que
la prematuridad también se puede
producir por causas relacionadas
"con la placenta o el líquido
amniótico". Sin embargo, las más
frecuentes "suelen ser de tipo
infeccioso", explica.
Por todas estas razones, y para que
el feto no nazca inmaduro, el
experto sostiene que los
profesionales intentan alargar la
gestación hasta la semana 34,
"siempre que no exista una causa
de gravedad que obligue a actuar
de forma inmediata". Así,
manifiesta que "hay circunstancias
por las que se induce un parto
prematuro", siendo éstas las que
indiquen que el nenonato "va a
estar mejor fuera".
En cuanto al tratamiento a seguir
por el nuevo ser, Lailla asegura que
éste es distinto en función de la
semana del fin del embarazo y de
la causa del parto. Lo que sí
subraya es que éste se debe
producir en un servicio
especializado para poder atender a
la madre y al feto con rapidez.
En este sentido, afirma que, debido
a que la prematuridad "es la causa
principal de muerte y de secuelas
de los nenonatos", cuando se
conoce que un feto va a nacer
antes de tiempo, éste tiene que ser
alumbrado en un espacio
acondicionado. La demora en la
atención "repercute en el bienestar
y en al vida posterior del recién
nacido", indica.
No obstante, Lailla señala que la
supervivencia "varía muchísimo"
dependiendo de diversos factores,
exponiendo como ejemplo que no
es lo mismo nacer "entre la semana
24 y 26, que entre la 26 y la 28".
De esta forma, asegura que hay
fetos que han nacido en la semana
22, aunque "con un 70 por ciento
de secuelas postnatales de por
vida".
Por otro lado, el galeno expone que
las complicaciones en los recién
nacidos se pueden producir
también si el embarazo se alarga
demasiado, por lo que éste "no
debe pasar de la semana 42",
momento en el cual se debe
provocar el parto. Para este
neonato postmaduro, el aporte
nutricional que recibe a través de
la placenta intraútero "ya no es
suficiente para su desarrollo",
declara.
De cualquier forma, confirma que
esta situación no ocurre nunca "en
una señora bien controlada y bien
datada". En este caso, y hacia la
semana 42 y unos días, "se busca
la inducción del parto", concluye