Antes de casarte con el hombre equivocado

01.06.2013 05:08

30% de las divorciadas asegura
haber sabido que todo estaba
mal desde el comienzo
Mientras Amanda, una vendedora
de bienes raíces de 33 años,
caminaba por el pasillo para
juntarse a su novio, enfundada en
un carísimo vestido nupcial y con
un costoso anillo de compromiso
en su dedo anular, ella no sentía
otra cosa que no fuera temor.
"No quiero continuar con esto",
pensaba al tiempo que daba los
pasos para llegar al altar. A tan
solo dos horas de la ceremonia
ella se había ido a la playa con sus
dos hermanas a nadar, y cuando
había llegado la hora de
prepararse para la boda, sintió
que no quería salir del agua. "Era
como saber que tienes una cita de
trabajo, pero que no quieres ir a
la misma", dice.
Amanda había estado junto a su
novio, un atractivo hombre de
negocios, durante cuatro años
antes de comprometerse, y
aunque él no hacía que su corazón
palpitara a mil por hora, ella le
amaba. "Éramos muy buenos
amigos, y pensé que sería un gran
esposo y padre, aunque en
realidad yo no estaba
enamorada", confiesa. "Caminé
hacia el altar pensando '¿Qué me
pasa?' Durante la ceremonia no
logré tener contacto visual con mi
novio". Cinco años y dos hijos
más tarde, su vida sexual era
nula, y ella quería separarse. "Me
hubiera gustado que mi esposo
me traicionara", dice. Finalmente
él se dio cuenta de que ella era
infeliz y dio por terminada la
relación.
De acuerdo con investigaciones
recientes conducidas por Jennifer
Gauvain, una terapista de Denver,
Colorado, un 30% de mujeres
divorciadas confiesa que ellas
sabían internamente que estaban
cometiendo un error mientras
caminaban hacia el altar, pero que
siguieron caminando de todas
maneras. "Solo muy pocas se
detienen. La pregunta obvia sería:
Si saben que se están casando con
la persona equivocada, ¿por qué
lo hacen?", pregunta Gauvain.
La respuesta quizás sea que para
comenzar habría que culpar a
Cenicienta. "Las mujeres son
criadas bajo impresiones irreales
de lo que se supone debe ser el
amor. Las niñas leen cuentos de
hadas en los que las mujeres son
salvadas por el príncipe, y cuando
son mayores, el mismo mensaje es
reforzado a través de comedias
románticas en la que el amor
siempre prevalece a pesar de los
escenarios más inverosímiles. Así
que las mujeres aprenden que el
amor siempre puede funcionar,
incluso cuando no es saludable",
añade Gauvain.
Y claro, también está de por
medio el famoso reloj biológico.
En el caso de Amanda, el tic tac
de su reloj no le dejaba en paz, y
ella estaba lista para empezar una
familia. "El número 30 se lee
como una fecha de expiración
cuando una mujer no está
casada", dice Ganuvai, no solo
porque la edad adecuada para ser
madre está acercándose a un fin,
sino también porque se ha dejado
atrás, en la etapa de los 20, una
serie de romances pasajeros, y se
han cometido errores
profesionales y personales. Es el
momento de verse como adultos y
no volver a equivocarse con esos
asuntos. Y, claro, ese apuro por
llegar al altar empeora las cosas.
"Aunque las mujeres no lo
confiesen en voz alta, sienten un
gran alivio una vez que reciben el
anillo. Comprometerse puede ser
un triunfo, y si se trata del
hombre errado, la felicidad del
compromiso minimiza este
hecho", señala Gauvain.
También está de por medio el
'boom' del negocio matrimonial,
que eleva la fiebre de las bodas.
Las propuestas son muy
elaboradas e incluyen muchos
detalles. Los videos son tan
atractivos que no hay quien no
quisiera casarse, y las ceremonias
y recepciones lucen como de
cuentos de hadas... en fin, todo
pareciera estar hecho a la medida
para que todos se casen y sean
felices para siempre, como en ese
mundo de la fantasía.
"Las mujeres a menudo se olvidan
de que el matrimonio no es solo
una gran boda, sino también el
cambio de convertirse en pareja,
estar casados luego de haber
estado solos y haber vivido sus
vidas individualmente. Eso no es
tan fácil manejar", señala en su
reconocido libro 'Emocionalmente
comprometida' su autora, Allison
Moir-Smith.
Pero, ¿cómo distinguir entre
alguien capaz de salir corriendo a
última hora y alguien que se
arrepiente en el momento de dar
el 'Sí'? "Los nervios provienen de
la ansiedad:
¿Se emborrachará el mejor amigo
del novio? ¿Estará la comida en su
punto? ¿Se marchitarán las flores?
En cambio, el deseo de salir
corriendo proviene de las dudas
sobre la relación. Si se piensa en
cosas como "¿Estoy listo/a?",
"Seguro que las cosas mejoran
luego de la boda" o "Este
matrimonio tiene sentido porque
hemos estado saliendo de por
vida", tenga por seguro que usted
estará dudando de si esta unión
debe o no darse", señala la
doctora Gauvain.